Nacido en Montevideo, un 3 de junio de 1791, se fue con 21 años al exterior para estudiar en Buenos Aires, Río de Janeiro, en España y también en la joven Estados Unidos, donde residió desde 1812 hasta 1815. Porque después volvió para sumarse a la revolución oriental, en 1816.
Primero colaborador de los lusos, después fue uno de los “Caballeros Orientales”, espacio político donde conoció a Manuel Oribe. En 1823 fue uno de los cabildantes que firmó contra la intervención lusobrasileña en la provincia, cuando era peligroso hacerlo. No es extraño, entonces, que dos años después se pliegue a la Cruzada Libertadora. Formó parte del gobierno hasta 1827, hasta el golpe de Juan Antonio Lavalleja. Fue parte de la administración del gobernador provisorio siguiente, José Rondeau, y fue uno de los constituyentes de 1830.
Un “hombre del Cerrito” durante la Guerra Grande, que encabezó la dura misión de pedir el reconocimiento de la ex madre patria, España, al nuevo estado que antes fue colonia. Y lo consiguió, en 1845.
Más difícil fue afrontar la presidencia de la República, a partir de marzo de 1852. De esto hablamos en el podcast, en especial su preocupación por conocer la campaña. Desarrollemos un poco más su gobierno.
Imbuido del espíritu de la fusión de partidos tras la Guerra Grande, buscó mecanismos para ubicar a blancos y colorados en el Gobierno. Pero las duras condiciones del país, de su economía, de las arcas estatales, y de la intervención extranjera (especialmente la brasileña), empantanaron al país en su presidencia (y en las siguientes también).
El duque Paul Friedrich Wilhelm Von Wurttemberg se cruzó con el presidente Giró y, de él, destacó esto: “Este anciano señor me conmovió al llegar caminando con la más torrentosa lluvia a la casa de gobierno, ya que no vive en el centro ni posee medio de locomoción”. Fue bautizado por el historiador Leonardo Borges como “el presidente más pobre del mundo”.
El día que se celebraba la independencia, un 18 de julio pero de 1853, el motín de la facción colorada del ejército emboscó a la guardia civil de filiación blanca. Un motín de un día que aceleró la caída del presidente Giró: a los tres meses se escondió en la embajada francesa.
Poco tiempo después, intentó la vuelta a la escena política, pero fue en vano. Y permaneció fuera de la vida política hasta su fallecimiento, diez años después, un 8 de mayo de 1863.
Su residencia integra el patrimonio de museos de nuestro país. La casa ubicada en Cerrito 586 ostenta la Biblioteca Americanista, una colección con más de 50.000 volúmenes.