Un básico en la historia del arte uruguayo. Sus acuarelas son una forma de acceder visualmente al siglo XIX. Fue calígrafo, dibujante, topógrafo y pintor de gran talento. Pero primero fue maestro.
La docencia fue una actividad que desarrolló a lo largo de toda su vida. Incluso a los 20, cuando llegó desde Guipúzcoa, San Sebastián, huyendo de la invasión napoleónica en 1808. Ya en esos años fue “preceptor”, educador, de los tres sobrinos de Dámaso Antonio Larrañaga.
Uno de esos cuñados era Pedro Berro, padre de Bernardo Prudencio, uno de los personajes centrales de nuestra próxima temporada de Nautamedia Historia. También educó, cuando no, a Juan Manuel Blanes, Juan Ildefonso Blanco (creador de la bandera nacional), Leandro Gómez (otro personaje crucial de la temporada 04), e incluso de un relevante político argentino: Bartolomé Mitre.
Pero en esa casa, tal como relata el periodista de El País, Andrés López Reilly, fue educador de Petrona Berro. Por tanto, también impulsó la educación de las mujeres, una cuestión que siguió defendiendo años después. Todo un precursor.
Llegó a ocupar el cargo de inspector de escuelas de Caridad y Beneficencia Pública de la Sociedad de Señoras y la Escuela de Niñas nº2 llevó su nombre.
Fue, como indica el artículo, creador del Escudo Nacional.
Atención: también creó la “máquina de sacar vistas”, una especie de cámara oscura que le sirvió como herramienta para pintar sus paisajes y retratos. Además, como topógrafo, realizó varios planos de la ciudad de Montevideo y de varios espacios de nuestro país, como localidades o propiedades.
Cercano a Rivera, fue el autor de una obra recientemente rematada y de altísimo valor histórico: Retrato de Fructuoso Rivera, de 1829.
En este video, Nelson Di Maggio explica a De Fogón a Fogón varios aspectos de la genialidad de este artista.
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