El 23 de octubre, los periodistas uruguayos celebran su día en honor a “El Prospecto Oriental”, un impreso de Mateo Vidal, sacerdote católico. En 1815, el ya Protector de los Pueblos Libres, José Artigas, promovió ante el Cabildo montevideano la difusión de las ideas de la revolución local mediante una mirada propia de los acontecimientos. O por lo menos ese era el motivo.
Antes del Prospecto
Hablamos de una época convulsa. A principios del siglo XIX, Uruguay estaba en pleno proceso de independencia y transformación. A pesar de que existían medios de prensa en la región desde finales del siglo XVIII, muchos de ellos eran de origen español, bonaerense o británico. Fue en este contexto que Mateo Vidal publicó el primer periódico criollo en la Banda Oriental.
Fue Mateo Vidal, nacido en Argentina pero con raíces locales criollas, quien lo publicó. Delegado en el Congreso de Tres Cruces en 1813, fue elegido para representar a los orientales ante la Asamblea del Año XIII en Buenos Aires. Por lo tanto era una personalidad relevante dentro del conjunto de revolucionarios artiguistas. El Prospecto lo confeccionó a partir de la recuperación de "La Carlota" del Cabildo, la máquina imprenta, y recibió el encargo del gobierno local de editar un periódico.
El Prospecto Oriental y el reconocimiento del caudillo
Vidal preparó el Prospecto Oriental, que serviría como el número cero del periódico, presentando la declaración de principios de la publicación. Ahí definió al periodista como un "escritor público" y adelantó el tono que el periódico adoptaría. Vidal enfatizó la importancia de no ofender la decencia y la moral en la prensa, destacando que un periódico era un "teatro de enseñanza pública" y no un "circo donde se desfoguen las pasiones."
Artigas recibió el Prospecto en su campamento de Purificación. Su respuesta al Cabildo de Montevideo fue elogiosa y contundente, calificando al periódico como una "herramienta fundamental." Artigas alentó a los miembros del cabildo a promover la libertad de prensa en el territorio y solicitó la formación de un equipo de redacción.
La Renuncia de Mateo Vidal
Sin embargo, a principios de noviembre de 1815, Artigas recibió una nota en la que Mateo Vidal anunciaba su renuncia al proyecto, alegando "achaques habituales." Esta decisión causó desilusión y disgusto en Artigas, quien lamentó la falta de espíritu público en Montevideo.
Mateo Vidal dejó el proyecto. Sin embargo, siguió luchando a favor de Artigas y participó en diversos cargos políticos en Argentina. Y esos pocos meses de labor sirven como base para recordar cada año que la labor de la prensa y la comunicación, siempre difíciles, es relevante como “escritores públicos”, fomento de la “ilustración de los paisanos”, un “teatro de la enseñanza pública” y no “un circo”. Como decía ya en 1815 el primer número del primer diario que defendió la mirada de los que aquí nacimos.
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