Estamos en el 6 de julio de 1816. A solo tres días de la Declaración de la Independencia, el general Manuel Belgrano sorprende a algunos integrantes del Congreso de Tucumán con una sugerencia inesperada en una reunión secreta. Mientras discuten la forma de gobierno más adecuada para las Provincias Unidas, Belgrano propone la elección de un monarca de origen inca. La idea genera asombro y controversia entre los diputados, pero algunos la reciben con entusiasmo. Aunque el despectivo término "cuicos" fue empleado para referirse a los habitantes de la actual Bolivia, los representantes de Buenos Aires buscan abordar el tema con cautela y prudencia.
Para justificar la propuesta, el general Belgrano hizo mención a la dinámica política en Europa, donde la revolución francesa había establecido el sistema republicano. Pero tras la derrota de Napoleón, la tendencia era hacia la monarquía constitucional al estilo inglés. Ante esta situación, Belgrano propuso algo que causó estupor entre los presentes: la elección de un monarca de origen inca para gobernar las Provincias Unidas.
Tomás de Anchorena, diputado porteño, expresó su sorpresa ante la idea del general. La propuesta fue considerada ridícula y extravagante por algunos. Sin embargo, no se pudo ignorar el entusiasmo que provocó en otros diputados, a quienes se refería despectivamente como "cuicos", término quechua que en Chile se utiliza para significar forastero y que se aplica a los habitantes de la actual Bolivia. La sugerencia de Belgrano no dejó indiferente a nadie.
A pesar del descontento inicial, los diputados de Buenos Aires se vieron en la necesidad de mantener la calma y prudencia al abordar la propuesta para evitar "quebrar" la asamblea. Reconocieron que se trataba de un asunto serio que podía definir el futuro del país y decidieron tratarlo con circunspección. Si bien la idea no prosperó, algunos representantes quedaron admirados de que hubiera salido de boca del mismísimo General Belgrano.
La audaz propuesta de Belgrano ha dejado una marca en la memoria colectiva argentina, recordándonos cómo en los días previos a la independencia, las discusiones políticas y las distintas visiones del futuro de la nación marcaron un período crucial en la historia del país. La valentía de Belgrano al expresar sus ideas, por más controvertidas que fueran, sigue siendo motivo de reflexión y debate en la actualidad.