En el final del proceso del fusionismo está la figura de Venancio Flores, aguardando para tomar el poder tras la toma de Paysandú. Qué pasó entre enero de 1865 y la partida de Flores hacia Paraguay es el tema de este episodio de Nautamedia Historia.
El colapso del gobierno de Berro y la crisis política
La caída de la Heroica Paysandú no solo significó un hito militar en la historia de Uruguay, sino que también aceleró la crisis política interna. Desde 1851, el país había experimentado una inestabilidad constante en la sucesión presidencial. Juan Francisco Giró, aunque elegido de manera formal, fue depuesto en solo dos años. Le siguió un triunvirato conformado por Venancio Flores, Fructuoso Rivera y Juan Antonio Lavalleja. Este breve período de gobierno dio paso a la administración unipersonal de Flores, hasta que Gabriel Pereira asumió el mando y logró completar su mandato.
Sin embargo, la llegada de Bernardo Prudencio Berro trajo consigo una profunda división dentro del Partido Blanco. Dos facciones, los "blancos amapolas" y los "blancos vicentinos", impidieron una gestión unificada en un momento crítico. Mientras el país se sumía rápidamente en el caos, Berro intentó extender su mandato para estabilizar la situación, pero su oposición lo interpretó como un intento de perpetuarse en el poder.
El clima de tensión política y la ineficacia para consolidar un gobierno sólido llevaron a la renuncia de Berro en marzo de 1864. En su lugar, Atanasio Aguirre asumió interinamente, pero su gestión fue breve y también conflictiva. El estallido de la Guerra del Paraguay y la intervención de Brasil en la región fueron factores que agravaron la situación.
La entrega del poder y la llegada de Venancio Flores
El 15 de febrero de 1865, Tomás Villalba asumió la presidencia provisoria. Sin embargo, su gobierno fue efímero y sumamente impopular. Su decisión de entregar la defensa de Montevideo a fuerzas extranjeras generó alianzas y rechazos profundos. En un episodio que quedó grabado en la memoria histórica, los ingleses, franceses y brasileños tuvieron que actuar como su guardia personal para protegerlo de la furia popular tras la caída de Paysandú.
En este contexto, Venancio Flores se consolidó como la figura política dominante. Con el respaldo de las fuerzas brasileñas, ingresó a Montevideo y tomó el control del gobierno. Una de sus primeras medidas fue derogar los decretos de Atanasio Aguirre que afectaban los acuerdos con Brasil, asegurando así el apoyo del Imperio. Además, recibió importantes préstamos brasileños para sostener la economía uruguaya, debilitada por años de conflicto.
El nuevo gobierno provisorio también se caracterizó por una reestructuración del aparato estatal. Flores nombró a Francisco Antonino Vidal como su ministro de Gobierno, un hombre de absoluta confianza. En un gesto que sorprendió a muchos, designó a Juan Gómez, hermano de Leandro Gómez, como ministro de Hacienda. Mientras tanto, Carlos de Castro asumió la cartera de Relaciones Exteriores.
Uruguay en la Guerra de la Triple Alianza
Uno de los eventos más trascendentales del gobierno de Venancio Flores fue la decisión de involucrar a Uruguay en la Guerra de la Triple Alianza. Tras la declaración de guerra por parte de Paraguay, Flores alineó al país con Brasil y Argentina. En el mensaje oficial de declaración de guerra, su ministro Carlos de Castro afirmó que este conflicto no era más que la continuación de la lucha contra la influencia de Juan Manuel de Rosas, caído en Caseros en 1852.
Este conflicto, que según el presidente argentino Bartolomé Mitre duraría apenas quince días, se prolongó por cuatro años y se convirtió en la contienda más sangrienta de la historia sudamericana. Aunque Venancio Flores dejó el país en marzo de 1865 para coordinar el esfuerzo bélico desde Buenos Aires, regresó en 1866 para supervisar el proceso electoral.
Un legado marcado por la polémica y la transformación
Las elecciones de 1866, organizadas por el gobierno de Flores, fueron una nueva muestra de fraude electoral. Un periodista de la época ironizó la situación diciendo: "Si los hacen formar para ir a la Guerra del Paraguay, ¿por qué no hacerlos formar para ir a las elecciones?".
Washington Lockhart, en su biografía sobre Flores, sostiene que el caudillo se convirtió en una figura incapaz de tomar decisiones autónomas. Su gestión fue más bien reactiva, limitada por los intereses de las potencias extranjeras y de la nueva elite económica del país. En este contexto, Uruguay vivió un cambio en su matriz productiva con la expansión de la ganadería ovina y el auge del comercio con Europa.
El historiador Carlos Real de Azúa fue tajante al describir el papel de Flores en la historia uruguaya: "Al invadir, asolar y ocupar el país con el apoyo de dos potencias extranjeras que nos odiaban y recelaban, Flores fue el mayor traidor de nuestra historia".
Su gobierno provisorio marcó el inicio de una nueva etapa en Uruguay, una en la que el poder político se consolidó en un partido único. La historia de Venancio Flores es la de un hombre atrapado por las circunstancias, incapaz de tomar el control de su propio destino.
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