Cómo era una campaña electoral en 1830 en Uruguay

Los uruguayos celebramos el 18 de Julio en memoria de aquel que en 1830 congregó a los orientales a jurar la Constitución. Pero no había presidente.

El ciclo electoral ni siquiera había empezado porque aquel primer Estado Oriental no tenía una ley electoral. La Asamblea Legislativa y Constituyente estuvo dos semanas analizando un proyecto de ley y la aprobó en tiempo relámpago. 

Y definió al último domingo del mes de noviembre como la jornada electoral. De allí viene nuestra actual fecha para definir el balotaje.

Una gran investigación de Clarel de los Santos indica la gran influencia de “los notables”, aquellas personas de la sociedad civil que contaban con cierta promoción entre los vecinos e integraban los círculos de privilegio o los ámbitos locales de decisión.

Ellos fueron los electores que influenciaron las opciones políticas del país. Y fue raro encontrar más de una lista política de real competencia. Fue extraño, por ejemplo, las controversias o debates entre los candidatos que apoyaban a Miguel Barreiro o a Juan Antonio Lavalleja, por ejemplo. Lo usual fue: a lista puesta, lista votada.

Los pronósticos electorales cuando no existían las encuestas

Y este círculo de notables era muy vivaz, subraya De Los Santos. Hacían pronósticos como el de Francisco Solano Antuña a Santiago Vázquez, quien le expresó en una carta que, para él, el presidente iba a ser Lavalleja.

Juan Francisco Giró, quien veinte años después fue presidente, tenía el mismo parecer. Pero eran opiniones que circulaban entre ellos. No había mítines o marchas o actos, era todo solapado, entre cartas. O como mucho, trabajando a través de los círculos masones.

La campaña de Fructuoso Rivera

Quien mejor manejó las redes de electores fue Rivera. Según Clarel de los Santos, Rivera conformó una barra más unitaria. Los partidarios de Lavalleja se dispersaron en diferentes listas. 

Veamos cómo lo hizo. El “jefe de campaña”, obviamente hay que entender que esto es muy entre comillas, fue el sargento mayor José María Reyes. Lucas Obes se encargó de hacer campaña en el círculo de notables montevideano, con parco éxito. En Paysandú estaba Bernabé Rivera. El mayor Navajas trabajó Cerro Largo. Se encargó de las finanzas de la campaña Gabriel Antonio Pereira, quien después fue el primer ministro de Hacienda, actualmente denominado de Economía y Finanzas. 

Este grupo de militantes riveristas, que detallamos muy sintéticamente, estaba compuesto también por líderes del interior del país. Afuera de los muros montevideanos, los votos eran riveristas.

El otro grupo, el de antiguos integrantes de círculos vinculados a los unitarios porteños, estaba anclado en la Asamblea General, la que redactó la Constitución. Contaban con vínculos con Lavalleja pero, en los hechos concretos, militaban a favor de la candidatura de Juan Francisco Giró. Por otro lado estaban los más cercanos a Lavalleja, como Miguel Barreiro, Silvestre y Juan Benito Blanco, o Carlos Anaya.

Pero finalmente, con mejor organización, más apoyo y la militancia de la soldadesca y la miliciada, el primer presidente uruguayo se llamó Fructuoso Rivera.

Los invitamos a esuchar el podcast que dedicamos a la primera elección de presidente uruguayo T04E01 La primera vez que los orientales elegimos presidente

Te invitamos a seguir este y otros documentos para seguir construyendo una comunidad de personas interesadas en la historia uruguaya. 

Autor
Pablo Ibáñez
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